
Cinc Plats que pertenece al grupo Yamashita con algún otro restaurante notable (aunque curioso, en su web no sale Cinc Plats ) lleva abierto poco mas de un año en el ensanche barcelonés. Pretende una propuesta mixta con platos inspirados en la cocina japonesa y otros muy de la tierra. Lo consigue solo a medias.
Nada de aperitivos, un servicio de pan correcto. El servicio voluntarioso pero lento y, curioso, una de las botellas de vino se la han cargado (es decir han roto el vidrio) al abrirla.
Comenzamos con unos chipirones rellenos de cebolla y sus patitas con mayonesa negra. Chipirones grandes y un con junto muy justo; plato trabajado pero no del todo conseguido, la cebolla no desentonaba pero no acababa de cuajar. Las setas con espardenyes muy bien, abundantes y sabrosas: trompetas, rovellons, fredolics, un poco de todo. En cambio el arroz con espardenyes sin estar mal me parecía industrial, como si fuese un fumet semipreparado.
C
Una caipiriña, (sorbete con ron) muy digestiva acabó la cena.Pedimos un calvente 100% muscat que fue la botella que se rompió y luego un Pisarres 2.004 un priorato denso donde los haya.
Como resumen un sitio que encontré falto de definición, ni caro ni barato, ni japo ni local, decoración anodina; en resumen no os lo aconsejo, no por nada concreto pero hay mucha oferta en Barcelona.