lunes, octubre 30, 2006

Restaurante Paul Bocuse (I)

Auberge du Pont de Collonges, 40 Quai de la plage Collonges-LyonTel 04 72 42 90 90

A veces uno es afortunado. Yo lo he sido esta vez. Hace poco celebré mi cumpleaños y un grupo de amigos me regaló una cena en Paul Bocuse . Uno no suele tener regalos y oportunidades así y la experiencia ha sido muy gratificante.
Pual Bocusse es el “inventor” de la “nouvelle cuisine”. Lleva en su restaurante unos cincuenta años y de ellos cuarenta con tres estrellas Michelin. Por algo será. En los años 70 junto con otros reputados chefs, franceses en su mayoría, comenzó a innovar y aligerar la gran cocina francesa adecuándola a los tiempos actuales. Su cocina, hoy, está muy lejos de las innovaciones de Adrià y otros cocineros punteros pero, no por ello, es menos importante. Debo decir además que, el regalo consistía en un menu “Grande Tradition Classique” por lo que la innovación no era su fuerte.

El restaurante se encuentra ubicado en las afueras de Lyon en los bordes del río Saonne y ya desde el exterior llama la atención. Es una casa aislada toda ella pintada con grandes cuadros con motivos gastronómicos en algunos de los cuales aparece el chef..
A la llegada aparcacoches vestidos al estilo tradicional “groom” de rojo. Los comedores son lujosos pero, a mi gusto, no especialmente bonitos. La decoración es estilo francés y un poco anticuada pero hay que reconocer que no le va mal al entorno. El servicio de mesa acorde con el lugar, el de vino un poco pobre tal vez.

Como aperitivo nos trajeron un crema de calabaza con trozos de pan y boniato dentro. Muy suave y sabrosa a la vez.
El primer plato era un escalope de foie de pato al verjus (agraz). Yo no tenía ni idea de lo que era el verjus , me he documentado algo al volver. Es un condimento utilizado en la edad media a partir de uvas agraces (verdes) vendimiadas en agosto y expuestas al calor para provocar una pequeña fermentación de los pocos azucares que lleva la uva. Posteriormente se le añade sal. El condimento tiene un alto contenido de ácidos tartárico y málico. El plato fue sensacional. Al probar éste te das cuenta de la diferencia con otros foies que has comido que estaban buenos pero éste era otra cosa. Muy poco hecho por dentro y muy gustoso y por fuera algo duro, tremendamente bien pasado. Esa diferencia, ese hacer distinto fue una constante en muchos de los platos de la cena.


Después pasamos a la sopa a las trufas negras V.G.E. Este plato pasa por ser uno de los platos mas representativos de la “nouvelle cuisine”; lo creó Paul Bocuse con ocasión de una cena que sirvió en el Eliseo en 1.975. Hoy no sorprende especialmente aunque tiene un buen sabor pero imagino la impresión que debió causar en su día.

jueves, octubre 19, 2006

Restaurante Coure

Pasaje Marimón, 20 08.021 Barcelona T 93.200.75.32

Estuve en Coure hace más de un año, casi al empezar y me gustó mucho; además su precio era muy competitivo. Después he intentado volver pero el éxito es el éxito y me ha costado encontrar mesa. Pero hace pocos días repetí y confirmé mi opinión. Eso si, el precio, sin ser rematadamente caro ya no es tan competitivo.
La fachada triste y unas escaleras al poco de entrar, esconden un restaurante acogedor, dividido en dos salas con mesas amplias y bien separadas unas de otras. Servicio atento y servicial.
Unos bastoncitos de pan, alguno de ellos con curry muy gustosos y después, como aperitivo, una coca de sardina con cebolla y naranja, muy lograda, que realmente despierta el apetito.

Cuando como con Jorge siempre me incita a elegir un vino más allá del tradicional ribera o rioja y a mí, que me dejen suelto. Estuve en Cigales una vez, hace mil años, visitando a unos amigos que organizaron un periplo por las bodegas de sus amigos. Bodegas familiares para el consumo de familia y conocidos, excavadas bajo tierra. Una delicia de experiencia donde además de los rosados de siempre probé unos tintos recios pero muy poco pulidos. Por eso al leer que los tintos de Cigales están de moda, hace tiempo que quería probarlos y aproveché la comida para probar un Traslanzas 2.001. Experiencia positiva. Frutas rojas y un toque de menta en nariz. Buenos taninos, frutos rojos y roble ahumado en boca.

El gazpacho con fresas y gambas de Palamós estaba muy logrado. Es un gazpacho muy fresco con un suave sabor a menta, las fresas que le dan un toque dulce y unas buenas gambas que le ponen la guinda. Un buen principio.

La lubina con arroz caldoso de butifarra negra también estaba estupenda. Una buena pieza de pescado y un acompañamiento potente y bien conjuntado que no desviaba la atención de la lubina. Una muy buena combinación de mar y montaña.

El postre también cumplió muy bien; una crema de almendras con sorbete de té y albaricoques. Un postre complejo y elaborado donde cada ingrediente engarza muy bien con el otro. Ahora que lo pienso el gusto que me queda es quizás demasiado parecido a la leche de almendras pero bien en conjunto.

Coure sigue en su línea y me parece un restaurante a tener muy en cuenta en Barcelona.

viernes, octubre 13, 2006

Restaurante Gresca

Provenza 230 08.036 Barcelona T93.451.61.93


Gresca es un restaurante abierto hace muy pocos meses en el eixample barcelonés. Curiosidades de la vida, en el local había , hasta hace poco, una pizzería donde elaboraban unas pizzas y foccaccias excelentes y al que había ido varias veces. Hemos ganado con el cambio? Creo que si porque, aunque la pizzería era excelente en su categoría, Gresca puede llegar a ser un gran restaurante.

El local es estrecho y alargado y sólo caben unas pocas mesas y la cocina pero está bien resuelto y es agradable, en tonos blancos y grises y con una pared de obra vista al fondo. La carta no es muy larga pero los platos son apetecibles. Eso si encontramos a faltar un menú degustación y cuando preguntamos nos dijeron que sólo lo hacen por encargo al reservar. Una pena porque cuando reservé nadie me dijo si quería el menú degustación.

Como aperitivo unos seitons y rossinyols sobre una ligera coca. Sabroso, apetecible tal vez algo salado pero bien. El servicio de pan no estuvo a la altura.El pan que elegí, chapata estaba duro; luego me repusieron payés sin preguntarme nada.

Los primeros fueron un foie con plátano y regaliz y un carpaccio de pulpo, butifarra negra y patata. El foie era de buena calidad, estaba bien pero sin nada muy especial, tal vez con un exceso de vinagre pero el carpaccio de pulpo sensacional. Tanto el pulpo, como el conjunto y el contraste con la butifarra negra suavizado por la patata. Un plato muy original , excelente. Me acordé del último carpaccio de pulpo que probé en el Ovic a dos pasos de aquí y que tan poco me gustó. Menuda diferencia ¡!!!

Luego nos fuimos a un colomi con jengibre y bolets. La carne sensacional, un poco cruda como ha de ser, muy bien hecha y el acompañamiento, como en el caso del pulpo, muy adecuado.

Para postre una coca de roquefort con helado de manzana verde. Fuerte (lógico si tenía roquefort, ningún engaño) pero muy bueno y original, el helado de manzana verde suavizaba el conjunto muy armonioso. El otro postre un chocolate con helado de lichis que tampoco estaba mal

Bebimos un AN/2 2.004 de Anima Negra , de Baleares, sin D.O. Su composición es variada con un 53% de callet, 15% de merlot, 15% de syrah, 10% de cabernet sauvignon y 7% de garnacha, 12 meses de barrica. Carácter frutal en nariz con roques minerales. En boca es equilibrado y fresco. Buen vino a un buen precio.

En resumen Rafa Peña en los fogones y su mujer Mireia en la sala prometen mucho. Esperemos que sigan la línea de alguno de los restaurantes que hoy ya están consagrados (Mainaró, Coure, Sauc por citar sólo algunos) y confirmen sus buenas maneras. Eso si, tal vez un poco más de calidez en el trato y un guiño del chef serían bienvenidos. Eramos solo cuatro mesas y cuando nos fuimos ya sólo quedaba una, Rafa no apareció en ningún momento, eso no ayuda al empezar....

jueves, octubre 05, 2006

Restaurante El Paraguas

Jorge Juan 16, 28001 , Madrid T. 91.431.59.50


El Paraguas es un restaurante de raíces asturianas en Madrid al que me llevaron a comer el otro día. Confieso que iba sin mucho interés, la entrada no mejoró mucho mi estado de ánimo y la decoración elegante, un punto ostentosa, hacía presagiar lo peor. Pero no, el balance fue bueno. Una mesa redonda, cómoda y amplia y un servicio de mesa impecable empezaron a poner las cosas en su sitio.

Como aperitivos nos trajeron unas patatas paja muy bien fritas y un pudding de cabrales bastante rico junto con una buena selección de panes.

Empecé con unas colmenillas con foie y pimiento , sabrosas, bien ligadas, tal vez algo duras en su exterior pero buenas. Es posible sea porque son setas de primavera y las últimas que probé eran sencillamente sensacionales.

Las patatas rellenas de rabo de toro estaban increibles, sobretodo las patatas. Eran estupendas, muy delicadas un poquito mas duras en el exterior para que no se deshiciesen pero con un interior que se fundía en la boca. El rabo de toro correcto simplemente pero el plato en su conjunto muy bueno.

Como postre una tarta fina de manzana con helado de vainilla y canela. Realmente era fina , una pasta excelente que complementaba muy bien las finas lonchas de manzana.

Para acompañar la comida nuestro anfitrión eligió un Imperial 99 magnum de Cune . El vino espléndido, probablemente el ser un magnun ayudó lo suyo. Color rojo rubí, cubierto. Nariz intensa con notas frutales y tostados. Carnoso.

En resumen un lugar muy agradable, donde se come bien aunque me temo que nada barato.

domingo, octubre 01, 2006

Cavas Juvé y Camps


El otro día tuve la suerte de hacer una visita a Juvé y Camps. Como sabéis elabora unos cavas excepcionales además de unos blancos que también son dignos de tener en cuenta.
Se trata de un elaborador importante; probablemente es el tercero en ventas de cava, que no en número de botellas, ya que la casa sólo elabora cavas de alto nivel con una elaboración artesanal.

Tuvimos el honor de ser acompañados durante la visita por el señor Juvé que nos recibió en sus instalaciones en Sant Sadurni. Empezamos la visita con un recorrido detallado de las mismas en las que se realiza una gran parte del proceso de elaboración y donde están las cavas donde reposa el cava. Impresionantes instalaciones y más aún porque todo el proceso es totalmente artesanal con el removido manual de los cavas mientras descansan.

Posteriormente nos trasladamos a su finca de Espiells. Juvé y Camps dispone de varias fincas en el Penedes con una superficie de más de 400 hectáreas de donde obtiene la mayoría de la materia prima para elaborar sus vinos. La finca impresionante, inmejorablemente cuidada y con unas modernísimas instalaciones en la misma que además están ampliando. Allí es donde reciben la uva en una instalaciones modélicas y empieza todo el proceso. Tuvimos ocasión de apreciar la llegada de las cubas y su tratamiento. Allí también se crían sus blancos tranquilos y su tinto.

Al finalizar la visita llegamos a Casa Vella d´Espiells una masía antiquísima, en la misma finca donde tuvimos ocasión de degustar sus creaciones. Comenzamos con un copioso aperitivo servido con Millesimé. Ya comenté en mi post sobre Joan Gatell que este cava elaborado sólo con Chardonnay me parece muy interesante y para el aperitivo fue una elección perfecta. Tanto el aperitivo como la comida fueron de gran calidad pero omito comentar las viandas en mor de la brevedad ya que hoy el post versa sobre vinos.

Con la comida nos sirvieron el resto de sus vinos. En cuanto al tinto Casa Vella d´Espiells elaborado con cabernet sauvignon, el propio Sr. Juvé nos comentó que, quizás, elaboradores de cava y de blancos como son, no habían conseguido un tinto totalmente redondo. Estoy de acuerdo con él pero la buena noticia es que promete para dentro de poco un nuevo tinto que seguro será sorprendente. Elaboran dos blancos varietales Chardonnay, el conocido Ermita d´Espiells bien logrado y el Miranda D´Espiells que fue el que yo elegí pues no lo conocía y que tiene un paso de 8 meses por barricas nuevas de Allier. Un buen vino. Seguimos con el Gran Juvé y Camps su cava insignia que no me defraudó en absoluto; elaborado con las clásicas Macabeo Parellada y Xarel.lo producidas exclusivamente en su finca de Espiells tiene una media de 42 meses de estancia en botella antes de su comercialización.
El día fue estupendo porque nos permitió conocer de cerca un gran elaborador en un ambiente muy agradable rodeados de amigos.