No he publicado muchos post de restaurantes de “cocina tradicional”. Pensando en las causas creo que se debe a que, últimamente, no los frecuento mucho. Y ello, probablemente, porque la cocina asiática ha sido un descubrimiento relativamente reciente y porque me encanta descubrir nuevos lugares. Pero, no lo olvidemos, lo “tradicional” cuando está conseguido es tan o más gratificante que otras propuestas.Mi amigo Ángel, además de un gran cocinero, es un amante de los sitios de toda la vida y el otro día tuve la suerte de qu
e llevase a conocer El Ñeru . Se trata de un restaurante asturiano situado en pleno centro de Madrid a un paso de la Puerta del Sol y que lleva toda la vida abierto.A la entrada un bar de los de siempre que da paso a varios comedores estilo mesón. Muchos cuadros variados, decoración abigarrada, lo que uno espera de un sitio así, con un trato amable y familiar de
camareros a la vieja usanza.Como aperitivo nos trajeron un paté de cabrales; un poco basto en su textura pero eso no fue ninguna molestia porque tenía ese fuerte sabor del cabrales pero sin ningún exceso lo que es de agradecer al principio de una comida. Para empezar compartimos unos trozos de pichin a la romana, me recordó viejas correrías por Oviedo y Gijón, excelentemente frito y con ese sabor tan característico que tiene. Después nos comimos unas fabes con almejas que estaban muy ricas y que además no eran excesivamente pesadas. Para acabar un arroz con leche de los buenos de verdad. Lo regamos con un Añares 2.000 de Olarra que cuadraba a la perfección con la comida, un vino que resultó bien.
Como conclusión un lugar de los de siempre que satisface plenamente las expectativas; buen producto, buena realización y un buen servicio en el Madrid castizo.
Pd:Agradezco a Creta la corrección en es pixin, no pichin







