domingo, octubre 19, 2008

Mas Tubert

Afores S/N17867 Camprodon (Girona) T972 741 078




Mas Tubert es uno de esos sitios difíciles de encasillar pero que tienen un algo diferente. Casa de payes con muchos siglos a cuestas pero muy bien restaurada cuenta con habitaciones. Está perdida en el campo, en la parte alta de la Garroxta pero unida (y accesible solo por) al valle de Camprodón en el Ripollés. Llegar a él exige de mas de media hora por una pista rural con trozos asfaltados y otros de tierra. La ruta, eso sí, es bellísima entre bosques de robles, pero, evidentemente, nosotros además de la belleza natural del paraje íbamos a otras cosas. Y el sitio no nos defraudó. Un conjunto de edificaciones y un comedor rústico. Pero nosotros que éramos ocho estuvimos en la sala del fuego que podéis ver en la foto. Muy auténtica con su chimenea enorme fue una forma relajada de disfrutar de un menú degustación en el que la única petición (lógica) es que no faltasen las setas ya que estábamos en temporada.

Como aperitivo unos buenos y generosos trozos de parmesano sabroso. Comenzamos con una original crema de foie dispuesta en un estrecho y largo plato, iba acompañada de trufa de invierno, higo con trufa blanca, gelatina de frambuesa y maíz con vainilla de Veracruz. Se comía por orden y era original mas allá de que no todas las combinaciones fuesen un must. El propietario y chef se dedica , además, a asesorar en I+D a determinados elaboradores de alimentos entre ellos Imperia y esta crema la han desarrollado recientemente para ellos. Por cierto os recomiendo algunos de los productos de Imperia.
Tartar de atún con wasabi marinado y mango, una pena porque la temperatura no era la correcta. Tataki muy bueno con soja que le daba un punto excelente. Las gambas rojas de Rosas eran de las buenas. Nos explicó como se ha de comer la cabeza. Cambiamos de tercio con una sopa de patata, rovelló (níscalo) y trufa de verano genial, melosa y sabrosa. El arroz con ceps (boletus) al dente y con un sabor penetrante. Calamar de potera, rovellons y bolets de tinta con azafrán. También bien, me gustó. La seta, muy original y que no conocía, parece, de verdad, un calamar en su tinta; pero mas allá de una cosa nueva y original el calamar estaba en su punto. Una parte baja de la ternera hecha a las brasas delante nuestro, marinada y pintada con soja me pareció un intento malogrado de innovar. Un flan de mató rico y original, precedió a un coulant de chocolate con mandarina y vinagre resultón.

Una de las “gracias” del lugar es que te bajan a la bodega para que puedas elegir tu vino; se excusaron porque este día estaban renovándola y la verdad es que era muy bonita, toda natural pero andaban un poco escasos. No obstante nos apañamos bien. Además de unas cervecitas empezamos con un blanco (mal las notas, no recuerdo cual), seguimos con un Dido 2.006 de venus la universal, un vino que elabora Sara Perez y que a mi me parece un vino muy resultón por el precio que tiene. Pasamos luego un La Garriga de Perelada , un vino elaborado sólo con Samsó y me pareció muy interesante. Para los postres (escaso como estaba de referencias) nos ofrecieron un Cantina Florio Targa riserve 1.998 un marsala siciliano que no me pareció nada fantástico y luego, con el café, un Torres 10 años Grand Rouge, por lo que he visto es el antiguo Torres 10.

La experiencia fue de esas especiales, disfrutamos mucho pero pagamos por ello. Así que ya sabéis lo que da de sí Mas Tubert, un placer diferente en un lugar distinto a su precio.

domingo, octubre 12, 2008

Oam Thong cocina real Tai




Corazón de Maria7, 28.002 Madrid T 91.515.10.49






La comida oriental me gusta mucho. Y este verano he estado un poco huérfano de la misma. Por eso a la primera ocasión he visitado OAM THONG un lugar muy recomendado en el mundo de la blogosfera.
El local agradable, un cierto aire entre oriental y minimalista y la cocina semi a la vista, además mesas amplias y separadas.

Estos días tenían un menú de curries y me apetecía mucho probarlo. Pero no pudo ser a los demás les parecía demasiado. En cualquier caso optamos por un menú y antes de nada nos bebimos unas cervezas locales.
Entradas variadas, cinco piezas que incluían un rollito con una pasta rica, unos especies de ribs (perdón por la terminología) con una salsa de cacahuete espléndida, picantilla.
Langostinos crudos marinados con chili, ajo y cilantro muy, muy picante pero geniales en su crudeza. Una sopita también de langostinos nos ayudó después de haber dado cuenta de estos.
El cangrejo blando mam prik me encantó; tengo debilidad por esos bichos pero este estaba como craquelado, como pintado o laqueado, crujiente e intenso.
Pato al curry rojo y arroz al aroma de jamón. Uno de sus famosos curries, muy, muy bien he de volver a por ese menú.
San ka ya, flan de coco con salsa de mango y mouse de coco. Se nota mucho el coco en láminas pero muy bien.

Bebimos un Viñas del Vero, clarión blanco, se trata de un vino presuntamente especial, selección de lo mejor de la bodega pero sin saber lo que se está bebiendo. Cumplió.
Cené bien, muy bien. Me parece un sitio interesante y de precio contenido una buena alternativa a otros orientales probablemente aún más satisfactorios pero sin duda mas caros. Eso si, la bodega debería mejorar

lunes, octubre 06, 2008

Aire restaurant (2)



Sabino de Aran 26-30 Barcelona, 08828 T 93.411.88.66






Nueva visita a Aire; esta vez éramos ocho, pedí mesa redonda y me la dieron; un buen principio. El servicio muy amable, la camarera muy voluntariosa aunque quería agradar y complacer tanto que casi sw vuelve pesada.


Un aperitivo correcto, escarola con parmesano, pasas y piñones.
Probé unos rosinyols con langostinos ricos de sabor pero con demasiada salsa en la que sobresalía el tomate.
Pichón de masia cocinado con su jugo, piñones y escalonias confitadas. Casi perfecto, caramelizado, consistente .
La última vez probamos uno de los mejores meros que recuerdo; esta vez tenían una dorada de seis kilos que prometía. Lástima la trajeron demasiado hecha. Nos quejamos (un pez así no se puede desperdiciar) nos la cambiaron y luego salió el chef a decirnos que teníamos toda la razón. Se agradece.
Un postre original gin tonic helado; mas que helado son cubitos como de gelatina con sabor a jengibre pero me gusto, bien.

Tuvimos la suerte de que en la carta había un Emrich- Schoenleber mineral 2006 nahe Rap con el que disfrutamos mucho
Para el pichón nos fuimos Alto las Pizarras de la D.O Calatayud, un garnacha viñas viejas 2.005, del vinemaker Norrel Robertson (todo eso en la etiqueta) potente que acompañó muy bien a mi pichón.