domingo, noviembre 26, 2006

Cabaña Las Lilas

Alicia Moreau de Just0 516 C1107AAL Buenos Aires Argentina T. 4313-1336

He estado unos días en Bueno Aires y Montevideo y vengo impresionado. Los últimos años viajo una vez al año a esas tierras y de año en año las ciudades son más interesantes.
En este post me voy a ceñir a Buenos Aires. La ciudad está cada vez más viva y los restaurante y bares crecen y alcanzan muy buen nivel. Mi primera comida fue en Cabaña las lilas donde ya había estado el año pasado y de la cual guardaba un buen recuerdo.
Mi primera sorpresa fue el saber que son los mismos propietarios del famoso Rubaiyat de Sao Paolo y Madrid.El restaurante está ubicado en la zona de Puerto Madero una de las más dinámicas de Buenos Aires, con sus antiguos tinglados portuarios llenos de restaurantes; estábamos en plena primavera por lo que pudimos disfrutar de la terraza.

Para empezar una provoletta muy rica y luego, era mi primer día, un biffe de chorizo poco hecho. Simplemente espectacular, desde luego una de las mejores piezas de carne que he degustado en el viaje, acompañada además de unas riquísimas patatas souflé. Antes nos habían traído unos aperitivos variados pero como era el primer día aún fui capaz de pedir un helado de dulce de leche estaba justo como tenía que estar un punto empalagoso pero riquisimo.Como veis muy poco original pero era lo que me apetecía y, desde luego, me compensó.

Para regarlo elegimos un vino de Carlos Pulenta de su Finca Vistalba. Carlos viene de una antigua familia de bodegueros mendocinos y fue el artífice del éxito de Salentein. Hace unos años montó su propia bodega que tuve ocasión de visitar recién inagurada y hace unos vinos muy interesantes. Esta vez probamos el Corte C 2.004. Lo elegimos porque su uva principal (85%) es Malbec acompañada de Merlot. Y como el guión de la comida era previsible, el vino debía ser Malbec. Y decepcionó en absoluto fresco pero con el carácter que le da el Malbec.En suma una comida completa para meterme de lleno en el país y un vino muy interesante que superó al cabo de unos días su corte A. Eso lo cuento pronto.

domingo, noviembre 19, 2006

Restaurante Oishii

Santa Fe de Nuevo Méjico (complejo Cinesa Diagonal) 08.017 Barcelona T 93.414.25.78

Oshi es un nuevo restaurante japonés situado junto al complejo de cines Cinesa Diagonal al lado de varios restaurantes.
Un gran ventanal hasta el suelo deja a la vista el local desde la calle y le da amplitud. El conjunto es amplio aunque no muy grande, con suelo de pizarra y una gran pared con fotos grandes de paisajes japoneses. Las mesas negras y las sillas blancas le dan un cierto aire de diseño. También hay una gran barra donde se puede comer.

Compartimos un Tory teriyaki (pollo con salsa dulce) que estaba riquísimo, con la justa salsa y lo acompañamos con Yaki Meshi (arroz salteado con langostinos y huevos), en su punto, crujiente.
También compartimos un Shake maki de salmón y un Ebi tempura maki (langostinos en tempura en salsa karisshi y arroz por fuera) No soy un experto en cocina japonesa pero este plato me pareció muy original, el langostino en tempura, cortado, envuelto en la salsa y luego el arroz. Muy sabroso.
No hubieron postres pero si una buena cerveza Asahi

Nos costó 45 euros ( lo caro fue el Ebi Tempura 15 euros) con propina y éramos tres aunque no comimos mucho. El sitio parece interesante en su conjunto habrá que volver para comprobarlo.

viernes, noviembre 10, 2006

Liebre a la royale en Ca l´Enric


Carretera de Camprodón s/n La Vall de Bianya 17.800 T. 972.290.015

Los que hayáis leído mi post sobre Ca l´Enric ya sabéis que para mi es un restaurante excepcional. Hace años cené un memorable menú a base de becadas y aprovechando que mi amigo Ángel venía de Madrid allí nos fuimos. Cuando reservé Juan Juncá ya me dijo que, como el tiempo era todavía bueno y hacía calor, todavía no habían becadas. Pero me ofreció una liebre a la royale. Ángel es un buen cocinero y la perspectiva le pareció muy sugerente.

Comenzamos por unos aperitivos normalitos excepto un chupito de caldo de gallina excelente. Después un puré de patatas con viera muy rico y un variado de ceps y rovellons muy conseguido.
Llegó la liebre. La liebre a la royale es un plato clásico de la cocina francesa que tiene diversas recetas y frecuentemente se confunde con la liebre a la perigourdine de preparación similar. La preparación es muy laboriosa utilizándose la propia sangre de la liebre, el corazón pulmones etc. y vino, normalmente borgoña. Juan nos la sirvió en quenelles. Un plato fuerte donde los haya, profundo y excelente. Era la primera vez que comía una pero queda como uno de los platos a recordar para siempre.

Lástima de los vinos que eligió Juan y que no me parecieron adecuados a la fuerza de la liebre. Primero un Chateau d´Aguille de Cotes de Castillon producido por von neipperg ; buen vino pero sin el cuerpo necesario para este plato. Luego un Barollo al que le pasaba casi lo mismo. Pero ello no quita mérito a la estupenda elaboración del plato que os recomiendo.

miércoles, noviembre 08, 2006

Restaurante Metro

San Roc 4 17867 Camprodón T 972.740.402


Camprodón es una pequeña villa de Girona que conozco desde hace muchos años. Está en el Pirineo y es la capital de una pequeña comarca por lo que siempre ha tenido una cierta vida. A nivel restauración hasta hace no mucho todos los restaurantes eran de cocina típica catalana. Algún día publicaré un post sobre alguno de ellos de calidad muy razonable. Pero, hace algunos años, han empezado a aparecer en Camprodón o en sus pueblos vecinos algunos restaurantes de cocina mas “moderna” (lo pongo así para que nos entendamos, no quiero decir mejor o peor cocina). De entre ellos hace poco probé el Metro.

El Metro fue tradicionalmente un bar de toda la vida donde, hace muchos años, se decía que se comía muy bien. Yo ya lo conocí en una época de una cierta decrepitud y vetustez pero tenía su gracia. Hace poco lo cerraron y lo han reabierto con un enfoque totalmente diferente. Es un local alargado, sin pretensiones pero bien puesto con su toque minimalista, con piedra vista en una de sus paredes y la cocina abierta al fondo.

La cena estuvo bien en general. Recomendables los papardele con ceps y cebolla y unas estupendas gambas al curry y pimienta verde. En cambio un rape al horno poco logrado y demasiado hecho. Un buen entrecot de ternera a la plancha también muy sabroso. Bebimos un Enate Cabernet Merlot 2 .001. Enate es una bodega que siempre me ha gustado y para mí sigue haciendo grandes vinos aunque le haya salido una buena competencia en el Somontano. Este coupage 50/50 es un vino equilibrado, con un color granate intenso, en boca carnoso , equilibrado y con mucha fruta.

jueves, noviembre 02, 2006

Restaurante Paul Bocuse (II)

Auberge du Pont de Collonges, 40 Quai de la plage Collonges-LyonTel 04 72 42 90 90

Al llegar nos habían entregado un menú impreso y el siguiente plato eran unos salmonetes. Lo que me ponen encima de la mesa parece pescado, si, pero nada más lejos de un salmonete, un lenguado tal vez?. Le pregunto al camarero que me lo trajo (era uno menos experimentado que los demás) y efectivamente me dice que es lenguado; ante mi cara de asombro y mi pregunta se queda mudo. Al poco aparece el jefe pidiendo mil excusas por la confusión. De hecho nos trae las cartas originales donde claramente pone que este menú lleva lenguado. La cosa no quedó aquí. Al rato llega el jefe de todos los maitres y tras mil excusas nos entrega unos nuevos menus con el lenguado; fueron diligentes!!!!!!
Hace años que no suelo pedir lenguado; creo que es porque en tiempos abusé de él y me cansé un poco. Pero últimamente he comido dos muy buenos; el primero, muy tradicional en El Pescador de Madrid. El segundo éste. Son filetes de lenguado “Fernand Point “. Está emplatado con una salsa de mantequilla gratinada y era sencillamente sublime. El pescado en un punto óptimo y la salsa bien ligada qué prodigio de suavidad.
Excesivos mis calificativos? No de verdad que no, es que es otro mundo.
Para descansar un poco granizado de los vinateros del Beaujolais. Además del sabor fresco del Beaujolais llevaba crema de cassis. Cumplió su misión sobradamente.

La “volaille de Bresse en vessie Mère Filloux” fue una cosa distinta. El animal llegó entero a una mesa auxiliar acompañado de morillas, arroz blanco, zanahorias, judias y una salsa blanca muy ligera. Iba envuelto en la vessie (vejiga) y una pareja de experimentamos camareros lo prepararon: Primero cortaron la vejiga y dejaron al descubierto la carne blanquecina del animal salpicada de manchas negras de la trufa que tenía “trufada”. Luego lo trincharon y nos lo sirvieron con todo su acompañamiento. Después del lenguado no lo superó pero estaba francamente bien y los trozos con trufa no digamos.

Los quesos frescos y afinados de “Mère Richard” en un espléndido carro, con mucha variedad. A estas alturas y aunque la boca se me hacía agua, fui comedido. Un Brillat-Savarin, y cabra normalito y un Saint Marcellin de la región. En su punto los tres.

Los postres increíbles en su presentación. Trajeron tres mesas y fueron poniendo bandejas con innumerables postres; imaginad todo lo queráis y casi todo estaba allí. Tartas, créeme brulé, isla flotante, fruta.....No podía más así que una preciosa copa llena de frutos rojos bañada en vino llamó mi atención. Estaba fresquita y los frutos perfectamente macerados se deshacían en la boca y fue muy adecuado para acabar.

Yo iba a Paul Bocuse con poca fe. Pensaba encontrar un restaurante acabado recreándose en un pasado glorioso y me encontré con un servicio de altura y una cena estupenda. Es cierto que el paseo del Sr Bocuse por las mesas, un poco como atracción mediática, da un poco que pensar pero la experiencia fue positiva. La pregunta que no puedo contestar es si una cena “menos clásica” hubiese sido igual de satisfactoria o si, por el contrario, ahí hubiésemos encontrado esas carencias de las que se habla a veces. La respuesta no creo que os la pueda dar en un próximo futuro porque mis amigos son muy buenos amigos pero 50 años sólo se cumple una vez y regalos asi no abundan ;)