sábado, noviembre 22, 2008

Estado Puro (2)

Canovas del Castillo 4 28.002Madris, T 91.330.24.00



Segunda visita a Estado Puro, esta vez sólo para un tentempié. No salí del todo satisfecho en mi primera experiencia y he leído un poco de todo del lugar así que decidí reincidir. Esta vez fue mejor aunque sólo probé un plato.

Pero primero os cuento la parte divertida o curiosa de la comida. Sólo quería una copa y me ofrecieron un rioja, un ribera, un somontano y un toro que me dijeron que era de garnacha. Yo, que de vinos sé lo justo, pensé, mira que bien en Toro no solo debe haber tinta de Toro sino que ahora tienen garnacha, Y como la Garnacha es una uva a la que ahora presto atención me fui a ello. Me gustó, una garnacha recia pero atemperada. Al pagar le pido a la chica que me deje la botella. Era un vino de Calatayud !!!!!!!!!!! Se lo dije a la chica y fue a preguntar y me contó no sé que historia.El vino Las Rocas 2.006 de San Alejandro me pareció un buen vino bien estructurado y potente.

Vayamos a la comida: pedí uno de los platos del día un ragout de setas con huevo poche. Lo sirven en una mini sartén cazuela con el huevo encima; setas bien seleccionadas con boletus, ceps y perrochicos muy sabrosos con una salsita bien lograda que invitaba a mojar el pan rico (por cierto tuve que pedirlo). Un gran plato.

La copa de vino y el plato 14,5 euros sigue sin parecerme especialmente bien de precio pero esta vez el resultado fue bueno

domingo, noviembre 16, 2008

Diablomundo



Espronceda 34, 28003 Madrid T 91.395.00.37



Buscando setas llegué a Diablomundo. Y las encontré. Muchas, algunas que desconocía y la mayoría excelentes. Pero vayamos por partes. La propietaria y chef es Fátima Pérez con experiencia anterior en Valladolid. El local es francamente agradable en tonos grises/pardos neutros. Una buena parte tiene doble altura de techo lo que le da mucha profundidad. Las mesas separadas y sillas muy confortables.
Nos trajeron unas patatas de churrería ricas junto con tacos de pan para poder untarlos en aceite. El surtido de panes variado y rico.

El aperitivo fue una espuma de coliflor con huevas de arenque. No estaba mal pero no dejaba de ser una espuma más con demasiado sabor a nata.
Pedimos unos boletus pinicola confitados con naranja y anacardos para compartir; puedo decir que era un plato original pero la verdad es que no me aportó nada.
La pasta al huevo con rebozuelo, melocotón salteado y láminas de ibérico, me pareció bastante equilibrada; pero lo importante es que los rebozuelos tenían un gran sabor. En cambio los callos del bosque con garbanzos de Fuentesaúco (senderillas (Marasmius oreades o nuestros camasecs) con piñones) fueron espectaculares; los camasecs perfectos de sabor se fundían con el puré de garbanzos en un conjunto de sabores equilibrados.
Un bacalao con falsa platera con uvas tenía su miga: me costó cogerle el punto; el bacalao un punto salado se maridó al cabo de unos bocados con las falsas plateras y las uvas creando un contraste de sabores potente. El costillar de lechazo (churro) con ensalada se deshacía en la boca, todo un mérito.
Un arroz con leche con bola de helado solo tenía de malo la copa en el que me lo sirvieron y la bola de coco totalmente innecesaria. Los helados variados de coco, queso y leche sabian a lo que tenian que saber, bien.

Bebimos un Cepa 21 del 2.006 por mas que en la carta indicasen 2.005; mira que cuesta poco dar lo que se ofrece pero no. Soy un fan de Emilio Moro, sobretodo de sus Maleolus y tenía curiosidad por probar su nueva apuesta; no me convenció; correcto pero tal vez demasiado joven y poco expresivo.
Como resumen sitio agradable, profusión de setas, buenas preparaciones y un precio quizás algo elevado (150 euros pero una comida completa para dos). Pero con las setas ya se sabe

domingo, noviembre 09, 2008

Mi pacharán



El otoño luce en todo su esplendor en la Vall de Camprodón . En las cumbres la nieve dejó su huella el fin de semana pasado; el valle verde todavía, los árboles con un conjunto de colores desde el verde hasta el ocre pasando por el naranja y el marrón.
El pacharán es típico de Navarra donde incluso existe un Consejo regulador , ya en la Edad Media se conocía pero últimamente incluso se cultiva. Pero gracias a Dios para mí no es exclusivo de Navarra, sus plantas crecen en todo el Pirineo y en otras zonas.
Me encanta hacer mi pacharán. Para ello primero hay que conseguir las endrinas. Este año me he retrasado un poco en cogerlas y esta mañana he salido a por ellas. Me he acercado a uno de mis sitios favoritos a unos 1.100 metros de altura pero, que desgracia, el frió las había matado todas. Menos mal que he podido cambiar de sitio, un lugar soleado, a mucho menos altura, donde los frutos estaban grandes, maduros, en todo su esplendor. Había muchos y en un par de horas hemos conseguido una buena cosecha.
Ahora los frutos están en el congelador. Mañana cuando estén duros los mezclaré con el anís que me envía desde San Sebastián la Licorería vasca que es especial para pacharán.
Una proporción de un tercio de endrinas y dos tercios de anís es la adecuada. Una vez embotellado hay que dejarlo reposar todo el invierno para poder empezar a degustarlo el verano siguiente. Ahora estoy bebiendo el del año pasado. Me encanta con ese color tan propio del pacharán y ese brillo tan suyo. En algunas botellas he añadido algunas extravagancias: unos granos de café, algo de güisqui de malta, armagnac, ginebra hendricks. Cada año voy perfeccionando las mezclas, no todas tienen sentido. Este año he guardado unas endrinas que sirvieron para el pacharán del año pasado y las mezclaré con las de este año, una especie de coupage…a ver que sale.
Cuando lo bebo recuerdo el campo, los árboles, las tonalidades, los olores…

domingo, noviembre 02, 2008

Gresca Restaurant (2)



Provenza 230 Barcelona 08036 T93.451.61.93






Nueva y en general satisfactoria visita a Gresca. Un mediodía ynos fuimos al menú. El local como siempre y totalmente lleno. Comenzamos con unos palitos de parmesano muy correctos. El servicio de pan calentito bien.

En el menú hay dos primeros, dos segundos y dos postres a elegir. Como primeros unos spaguetis al vongole que no valían nada. Secos, sin sabor y con cuatro almejas acompañando. Plato totalmente fallido. Menos mal que fue el único. Las berenjenas acompañadas de un queso muy suaves excelentes, todo se deshacía con un contraste rico.
Como segundos manitas de cerdo (que no probamos) y unos salmonetes como en suquet excelentes de punto, con una salsa que le combinaba a la perfección y unas patatas laminadas.
Los postres unas creppes de naranja correctas y un pastel de chocolate excelente
Bebimos un riesling Trimbach 2.005 que acompañó perfectamente toda la comida.

Estrella Michelin? Un poco pronto me parece; sigue siendo un buen lugar a un precio muy competitivo pero la cocina necesita ajustarse un poco más. Rafa peña sin duda es un gran cocincero, servicio amable capitaneado pro su mujer Mireia. En cualquier caso muy recomendable: el menú cuesta 19 euros mas IVA, y con el vino incluido fueron 70 euros; con vinos mas asequibles se puede comer bien por unos 60 euros, lo cual es de agradecer.
Pd: he perdido la mayoría de mis notas asi que tal vez en la próxima temporada espaciaré mas mis comentarios.