domingo, junio 25, 2006

Restaurante Juan Gatell


Passeig Miramar 26E 43850 Cambrils de mar (Tarragona) T 977.36.00.57


Últimamente tengo suerte de que amigos y conocidos cumplan años y me inviten a celebrarlo. El otro día fuimos a comer a Juan Gatell en Cambrils. La familia Gatell ha sido un referente toda la vida en la restauración de la zona llegando a tener varios restaurantes distintos miembros de la familia. Hoy creo que sólo queda este y aunque en Cambrils han aparecido algunos otros restaurantes muy buenos, Juan Gatel sigue ahí impertérrito, como un clásico.
Está emplazado en el paseo marítimo y tuvimos la suerte de disfrutar de un día de primavera espléndido; comimos en la terraza disfrutando de una temperatura ideal y de unas buenas vistas.
Empezamos por un pica pica variado . Pero antes quiere referirme a la magnífica mayonesa y romesco que nos trajeron, hace tiempo que no probaba en un restaurante una mayonesa tan bien ligada, en cuanto al romesco estaba en su punto. Empezamos por unos dátiles de mar muy sabrosos y unas ortigas deliciosamente fritas y con todo su sabor. Los pulpitos con cebolla y laurel, pequeñísimos y con un aroma muy peculiar. Los langostinos estaban de caerse un poco duros como Dios manda. Los chanquetes tampoco faltaron y estos eran chanquetes de verdad muy bien fritos. Luego tomamos un turbot a la plancha con patatas, hecho en su punto, muy fresco y con sus dientes de ajo que no le quitaban en absoluto el sabor. Un variado de postres para acabar entre los que destacaban una tatin y una espuma de frutas rojas.
Alguien me puede tachar de snob pero he de reconocer, que en general, soy poco amante del cava y me decanto por el champagne que, además, se puede encontrar a un precio razonable. Pues bien ese día bebimos un cava que me pareció muy bueno y perfecto para esa comida.Me refiero al Juvé y Camps Millesimé. No lo conocía, está hecho con el “mosto flor” de Chardonnay. Color dorado muy acusado, suave y elegante en nariz. En boca sedoso y equilibrado, maduro y con cuerpo. En fin un cava que voy a repetir.
Como conclusión por el entorno y la solidez de su cocina es recomendable. Eso si, he de decir que como no pagué yo y ya nos lo dieron todo hecho de los precios no puedo hablar.

domingo, junio 18, 2006

Restaurante Loft 39

Velázquez 39, Madrid T.91.432.43.86

Este es un restaurante tipo fashion, donde casi más que a comer se va a ver. Este tipo de lugares pueden ser muy peligrosos porque, frecuentemente, además de comer mal te cuesta un pastón y además ver, lo que es ver...poco.
De Loft 39 he de decir que, por lo menos ese día, comí razonablemente bien, a un precio adecuado y que el sitio es chulo. Era un viernes al mediodía y estaba razonablemente lleno El restaurante está situado en un primer piso y la entrada de planta baja es muy discreta, ni te das cuenta que es un restaurante. Cuando subes al piso entras en una primera sala que a su vez es bar decorado de forma original.. El restaurante con una decoración moderna es amplio y luminoso con las mesas bien separadas.
Como aperitivo nos trajeron una aceitunas de lo más corriente. Como primero compartimos un jamón con pan con tomate (muy correcto) y un tartar de atún rojo con espuma de tofu y salsa de soja. No estaba mal pero la verdad la espuma de tofu sobraba o por lo menos sobraba tal y como estaba hecha (en esta ocasión he de dar la razón a ). Luego comí un lomo de atún la plancha con crema de chalotas y escabeche de mini verduras. Después de mi viaje a Cádiz quería probar otra vez el atún y, la verdad, los lomos estaban bien de sabor , algo pasados para mi gusto. No era ni por asomo parecido a lo que probé en Cádiz pero estaba francamente bien. Eso si el escabeche de mini verduras no valía nada, con ese nombre poco se puede esperar.
Como vino probamos el que nos sugirieron, un blanco gallego Pazo de Monterrey; pertenece a la D.O del mismo nombre , para mí una desconocida hasta entonces. Amarillo oro, intensidad media, ácido, nada del otro mundo.
Como conclusión es un sitio fashion, con público fashion, buen ambiente pero con una cocina muy justita.

Pd: Para los que ya habéis leido este post hace unos dias. Por razones técnicas el post se borró y ahora lo he recuperado tal como lo publiqué. Mis disculpas.

lunes, junio 12, 2006

En moto por el sur de Francia (II)

Después de Conques nos dirigimos al Perigord región especialmente conocida por sus ocas; pasamos por la ciudad de Sarlat , con muchas casas y palacios renacentistas y llena de tiendas de productos gastronómicos especialmente los relacionados con el pato y las ocas.
Esa noche cenamos en un lugar magnífico, fue la cumbre del viaje y lo aprovechamos para celebrar, otra vez, un cumpleaños en le vieux logis . Es un pequeño hotel con un restaurante realmente muy recomendable.
Hacía muy buen tiempo así que cenamos en el jardín, debajo de unos tilos magníficos, entrelazados entre si. El Perigord también es famoso por sus trufas negras por lo que me decidí por una recreación de trufas negras para empezar. Consistía por un lado en un huevo poché hecho con trufa negra y por otro en un “bocadillo” de patata y trufa. El huevo poche era sabroso acompañado de unas rodajas de trufa pero el “bocadillo” era espectacular. La patata hervida cortada en rodajas y entremedio una láminas de trufa con un sabor profundo. Realmente eran unas trufas excepcionales. De segundo, y ya que ya llevaba mucho pato a cuestas, opté por pechuga de pichón lacada con su muslo confitado y cebollas dulces confitadas. La pechuga estaba perfecta, no demasiado hecha pero lo increíble era el muslo. Le habían quitado la carne y la habían confitado cerrándola con una lámina de beicon muy suave y en medio de todo ello estaba el hueso crujiente. Todo un espectáculo, de verdad. Como poste nos fuimos a los quesos alguno de ellos estupendo en su punto de afinación.
Como nos gusta probar vinos de la zona nos fuimos a uno que nos recomendaron Chateau la Jaubertie, Reserve Mirabelle 2.002 de Bergerac; un vino que está entre los mejores de su zona pero que no nos emocionó especialmente. Como era una noche especial y el segundo lo merecía nos fuimos al Borgoña que recomendaba la casa Domaine des Perdrix 98 de Nuits de St Georges. Es un productor que dispone de 30 hectareas y el vino valía la pena.Color rojo intenso, en nariz frutos rojos maduros con aromas de chocolate. En boca intenso, buenos taninos, fresco.
Fue una cena que disfrutamos mucho que se prolongó luego en el bar super original donde bebí uno de los maltas que más me han impresionado en el último año Lagavulin.

jueves, junio 01, 2006

En moto por el sur de Francia (I)

Que nadie piense que siempre es así (ojalá) pero últimamente estoy viajando bastante (no siempre por ocio por desgracia). Siempre me han gustado las motos y con un grupo de amigos solemos hacer una escapada cada año. Este año hemos ido al sur de Francia, ha sido un viaje estupendo, buen tiempo, buenas carreteras, ningún problema con las máquinas....y además, gastronómicamente hablando, también ha dado lo suyo.
El primer día recorrimos la zona de les Gorges du Tarn para luego pasar por el célebre viaducto de Millau ( fotos del viaducto de Millau ) y llegar a Conques, un pueblo célebre en Francia con una basílica románica y un tesoro excepcional.
Paisajes impresionantes y pueblos y más pueblos con sus casonas y castillos.
Comimos en plenas Gorges, en un pueblo bonito llamado La Malène. Como íbamos con las motos estábamos un poco a lo que saliese pero caímos en el Manoir de Montesquiou, a pie de carretera, comimos en una terraza muy agradable; como hotel tenía buena pinta pero al estar en ruta pedimos el “plat du jour”. Un magret muy sabroso, saignant como a mi me gusta acompañado de manzanas caramelizadas; de postre algo típico de la zona , lo llaman algo así como pan perdido, una crema mezclada con pan, no es mi tipo de postre preferido pero estaba bueno. Pedimos un vino de la zona y nos dejamos aconsejar porque no se puede abarcar todo. Probamos un Domaine Daumas Gassac 2.002; la verdad me gustó mucho, con base de cabernet sauvignon, en nariz con aromas brillantes de frutos rojos, ligeros ahumados. Bien de taninos y de acidez, mejoró mucho a lo largo de la comida.
Un sitio para dormir es el Chateau de Madières una fortaleza espectacular en un pueblo perdido, una decoración un poco bric brac pero inpactante.