viernes, enero 09, 2009

Sua

Marqués De Valdeiglesias 3 28004 Madrid T 915 232 004






Sua es la apuesta madrileña de Patricia Gaztañaga que, según cuentan, lleva años triunfando con su restaurante bilbaíno. En Madrid está ubicado a un paso de la Gran Vía en un local amplio, con grandes cristaleras y una decoración fashion muy del gusto de los urbanitas más “trendys” . Dicho esto la decoración y el ambiente están conseguidos, lo peor es que es un punto ruidoso. Servicio cercano y profesional, francamente bien. Su eslogan es “aromas del mundo” y pretende tocar muchas teclas, muchos palillos. A veces eso no del todo bueno porque se producen demasiados fallos; eso es lo que sucedió la otra noche.
La carta está estructurada por las temperaturas de los platos: 0-25, 25-50 y más de 75. No deja de ser curioso y tiene sin duda un punto innovador que se agradece.

Como aperitivo una crema de verduras con aceite de pimentón, sosa y del montón.
Probé un enredo de huevos, papas, boletus y panceta confitada; espuma de huevo en un lado del plato y el resto dispuesto en el otro hacían un conjunto original y bien logrado; contrastaba con el otro plato un pan-foie crujiente y Px granizado. Unos rollitos de pasta rellenos de foie que no valía nada, absolutamente nada; menos mal que la compota que lo acompañaba y el helado de Px tenían su sabor. Pero plato totalmente fallido.

Con los segundos algo parecido; Rissoto al curry y vieiras laminadas con polvo de alga justito poco sabroso el polvo de alga no aporta nada y el curry casi no se nota, pero el plato no estaba mal. Lechal kebab pita cinco yogures con pimienta seca. Una pena de plato; el lechal deshuesado y dispuesto a modo de solomillo estaba totalmente pasado de cocción y, la verdad, creo que de lechal tenía poco; ante eso el acompañamiento rico poco podía hacer.

Bizcocho caliente de gianduiotto chocolate rico tipo coulant con helado. -2 de juanolas merengue de arroz con leche bien si no fuese porque el gusto del arroz con leche no se atisba.

Bebimos un vino de Madrid Tagonius 2.005 centenario Gran Vía potente y equilibrado con un 50% de cabernet saiuvignon, un 40% de merlot y un 10% de Shiraz con 15 meses de crianza.

Nos costó 125 euros incluyendo dos cafés. El conjunto no me acabó de convencer, quizás es que el planteamiento es demasiado ambicioso y ello puede dar lugar con más facilidad a desajustes. Pero el sitio es bonito y el servicio me pareció eficaz en un día de mucho ajetreo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

nada del otro mundo la verdad. deja mucho que desear, es un quiero y no puedo, como la mayoría de restaurantes que están saliendo en Madrid.

Tony dijo...

Creo que este post va a ser aclamado por lo muy esperado del mismo.

El sitio referido pinta muy bien y sobre todo algo que hoy día escasea bastante, un servicio eficaz y con una buena cadencia en un día de abundante actividad.

Yo es algo que valoro muchísimo cuando acudo a algún sitio.

No es la primera vez que un mal (o regular) servicio me estropea una comida.

Una pena lo de la crema de verduras con aceite de pimentón, el plato promete, y más con este frío ...

Matoses dijo...

Ignacio,
Buena pinta tiene.
A ver si nos vemos pronto.
Abrazos.

Anónimo dijo...

Esta Patricia és la del programa de tv "El diario de Patricia" ?

Unknown dijo...

Me están llamando diciendo que Reni Castello ha aparecido por Madrid. Es alucinante.

ignacio dijo...

Matoses y Tony hay sitios mucho mejores.
Por cierto seré lerdo pero no tengo ni idea de quien es Reny Castello

ignacio dijo...

Copiado de KALA: Anoche tuve oportunidad de cenar en el restaurante Jazmín unos guisantes realmente espectaculares. Se trata de un restaurante nuevo, cuyo propietario y cocinero, el joven Reni Castello, tuvo a bien sacarnos unas pruebas de lo que serán sus platos estrella. Suculento el rabo de toro servido con una delicada crema de patata ligada con mimo con una mantequilla francesa que le importan directamente de Aix-en-Provence y excelentes los huevos escalfados de una pollita que trae en exclusiva de una granja de Albacete. Fondos muy trabajados y a la altura. Sin rastro de Bovril.

Desgraciadamente no pudimos probar la trufa, puesto que su proveedor habitual tuvo problemas de intendencia.

Muy cuidada bodega, de la que nos obsequió con un excelente Diebolt Vallois Fleur de Passion 2002 que acompañó perfectamente toda la comida.

Precios contenidos, en lo que sin duda será una apuesta fuerte en el panorama de la gastronomía madrileña de los próximos años.

ignacio dijo...

Copiado de KALA: Anoche tuve oportunidad de cenar en el restaurante Jazmín unos guisantes realmente espectaculares. Se trata de un restaurante nuevo, cuyo propietario y cocinero, el joven Reni Castello, tuvo a bien sacarnos unas pruebas de lo que serán sus platos estrella. Suculento el rabo de toro servido con una delicada crema de patata ligada con mimo con una mantequilla francesa que le importan directamente de Aix-en-Provence y excelentes los huevos escalfados de una pollita que trae en exclusiva de una granja de Albacete. Fondos muy trabajados y a la altura. Sin rastro de Bovril.

Desgraciadamente no pudimos probar la trufa, puesto que su proveedor habitual tuvo problemas de intendencia.

Muy cuidada bodega, de la que nos obsequió con un excelente Diebolt Vallois Fleur de Passion 2002 que acompañó perfectamente toda la comida.

Precios contenidos, en lo que sin duda será una apuesta fuerte en el panorama de la gastronomía madrileña de los próximos años.