sábado, septiembre 23, 2006

Fonda Sala

Plaça Major 17 05.816 Olost, Barcelona T 93.888.01.06


La Fonda Sala es un establecimiento familiar situado en Olost , un pequeño pueblo cerca de Vic, en un lugar apartado. Catalunya cuenta con varios lugares como éste, en los que, partiendo de un origen familiar y modesto, nos encontramos, hoy, con restaurantes muy interesantes. Por citar solo algunos relativamente próximos, Ca l´enric , Lluçanes, Fonda xesc. Evidentemente son establecimientos muy diferentes entre si, con un distinto grado de evolución pero con unos orígenes comunes y que tratan con mimo el producto de la tierra.
Fuimos a comer un día de finales de agosto y estábamos casi solos, daba un poco de pena.

Como aperitivo nos trajeron una crema de puerros con aceite de trufa; buen comienzo con el aroma de la trufa aunque para mi gusto los puerros estaban poco pasados, algo grumosos pero es una apreciación muy personal. Como segundo aperitivo tartar de salmón y caviar de arengada, bien el tartar la arengada no me dijo nada.


Como primer plato me decidí por una de las recomendaciones del día: un plato de ceps y langostinos. Ya he comentado alguna vez que soy un apasionado de las setas y estando muy a principios de temporada me tiré a la yugular. No fue un plato que me entusiasmó; la cocción de los ceps no me pareció la adecuada y el sabor no estaba conseguido probablemente los ceps no eran de los mejores, serían estivalis que siempre son mas toscos. Los langostinos por el contrario eran muy sabrosos y estaban en el punto ideal.


El segundo fue cua de bou. Estaba acompañada de mongetes (judías blancas), membrillo, pan frito y espárragos. La carne excelente, bien preparada y muy gustosa, los acompañamientos también sin empañar la importancia del plato lo realzaban perfectamente. El membrillo especialmente .


De postre un tocino de cielo con gerds (frambuesas) y moras. Era un gran tocino de cielo, muy dulce y sobretodo sabroso y la frambuesa y en menor medida las moras eran un buen contrapunto entre bocado y bocado.

En el vino nos decantamos por por un Finca Malaveina 2.001 de Perelada. Con merlot, shyraz, cabernet-sauvignon y garnacha es un gran vino a un precio razonable. Color picota, complejos aromas minerales y fruta roja; en boca es sabroso y elegante con buen paso final.

El restaurante me gustó pero esperaba algo más. Además de tener una estrella Michelín era un sitio del que he oído mucho y bien. Comimos bien pero no fue una comida de esas de recordar…habrá que repetir……

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He estado en un par de ocasiones últimamente y me ha entusiasmado por su buen hacer y su naturalidad. Me parecieron especialmente brillantes la cua de bou y el tocino de cielo.

En la apreciación de un lugar intervienen siempre las expectativas y las valoraciones personales (ahí está precisamente la gracia de opinar). Lo de las estrellas Michelin no tienen ninguna importancia, se trata de una fachada bastante falsa y no necesariamente indicativa del placer gastronómico (ahí interviene de nuevo la cuestión personal).

Personalmente he comido mucho mejor este año en la Fonda Sala que en un afamado dos estrellas, que está en boca de todos y reivindicando la tercera.

ignacio dijo...

Encantadísimo, coincidimos en la cua de bou y en el tocinillo :)
Lástima de mi primer plato pero, desde luego, cuando pueda repetiré.