Juan Hurtado de Mendoza 11 (zona ajardinada) 28.036 Madrid T 91.345.59.52
Hace tiempo que no disfrutaba tanto de un restaurante; este es un principio rotundo pero se ajusta a la verdad. También hacía años que no visitaba Sacha y sigue tal como lo recordaba o incluso mejor. Se define a si mismo como botillería y fogón y es cierto, decoración tipo bistró elegante, mesas agradables, buen servicio.
Comencé con un salteado de perrechicos excepcional por su sabor, tal vez un pelín salado pero excelente. En la carta había una raya templada como entrante pero el solicito maitre se ofreció enseguida para preparármela a la mantequilla negra. Qué plato de pescado tan excepcional, tanto la calidad de la materia prima como la cocción perfecta ( mi última raya en Chantarella no se le parecía ni por asomo). También probé una pluma de buey; yo que sigo siendo un iletrado gastrónomo, tuve que preguntar qué era la pluma exactamente pero os digo de verdad que es un trozo del buey excepcional (al menos este), servido fileteado muy poco hecho, estupendo.
Como postres unos piononos muy correctos (muy dulces, ya se sabe) y una tarta de manzana buena.
Bebimos un Dominio de Valdepusa Cabernet Sauvignon 2.003 de Carlos Falcó muy rico aunque yo personalmente aprecio más sus petit verdot y sus shiraz.
Costó 125 euros lo cual para un sitio como este me parece muy razonable. Lo recomiendo
Hace tiempo que no disfrutaba tanto de un restaurante; este es un principio rotundo pero se ajusta a la verdad. También hacía años que no visitaba Sacha y sigue tal como lo recordaba o incluso mejor. Se define a si mismo como botillería y fogón y es cierto, decoración tipo bistró elegante, mesas agradables, buen servicio.
Comencé con un salteado de perrechicos excepcional por su sabor, tal vez un pelín salado pero excelente. En la carta había una raya templada como entrante pero el solicito maitre se ofreció enseguida para preparármela a la mantequilla negra. Qué plato de pescado tan excepcional, tanto la calidad de la materia prima como la cocción perfecta ( mi última raya en Chantarella no se le parecía ni por asomo). También probé una pluma de buey; yo que sigo siendo un iletrado gastrónomo, tuve que preguntar qué era la pluma exactamente pero os digo de verdad que es un trozo del buey excepcional (al menos este), servido fileteado muy poco hecho, estupendo.
Como postres unos piononos muy correctos (muy dulces, ya se sabe) y una tarta de manzana buena.
Bebimos un Dominio de Valdepusa Cabernet Sauvignon 2.003 de Carlos Falcó muy rico aunque yo personalmente aprecio más sus petit verdot y sus shiraz.
Costó 125 euros lo cual para un sitio como este me parece muy razonable. Lo recomiendo
1 comentario:
Sacha es un magnífico bistrot. La próxima vez que vayas ponte en manos del propio Sacha y pide que te haga un menú. Disfrutarás aún más si cabe.
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