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Pero vayamos a la razón de la visita: la trufa en papillot con panceta de cuello y patatas del buffet. Primero juntan en papillot un gran trozo de trufa negra, otro de panceta y una patata; luego pasan la patata para convertirla en puré, cortan en lonchas la panceta y laminan la trufa y te lo sirven. Qué gran plato. Seguro que estará entre mis preferidos del 2.008. Delicado, fino, lleno de aromas.
Como postre pedí quesos. Me trajeron cuatro o cinco trozos en una tabla acompañados de membrillo, pasas etc. Esteban bien. Aquí si puedo hacer una crítica constructiva; en primer lugar no me preguntaron que quesos quería y en segundo no me dijeron que quesos me habían puesto. Lo sé, podía haberlo preguntado y no lo hice pero para que veáis el nivel del lugar este es el mayor fallo de toda la cena.
También probé unos fresones sobre crema, helado de nata y carquinyolis muy ricos.
Buena carta de vinos pero como sólo bebía yo me fui a una botella pequeña, solo tenían un penedes, tres riojas y tres riberas; un poco escaso? Me fui a un Albert i Noya ull de llebre 2.004, que fue un digno acompañamiento de la cena.
Salí encantado, no es barato (sobretodo por mi trufa en papillote, 65 euros) pero disfruté mucho. Una gran cena para un empezar el año. Luego estuvimos charlando con Nando, comentándole lo de la revista (no lo sabía); me pareció una gran persona.
Leo en Salsa de chiles que la revista Vino y Gastronomía a través de la votación de 10 periodistas ha elegido los 10 mejores platos del 2.007. Entre estos el sexto está la trufa en papillote de Can Jubany . Así que, aprovechando la ocasión, el viernes cené allí.
Hace varios años que no pisaba Can Jubany y lo recordaba como un buen restaurante. Pero después de esta cena puedo afirmar que es un gran restaurante. Más allá de su merecida estrella Michelin todo respira lo que ha de ser un restaurante de altura. Los jardines cuidados, la masía con su piedra y sus cuidados interiores, un servicio de sala impecable…tan solo las bajoplatos no me gustaron (opinión totalmente subjetiva).
Nos trajeron mientras esperábamos un salchichón de la comarca con un pan coca excelente, tomate y cuatro clases de aceite; dos de arbequina, uno de ellos Marques de Valdueza de Badajoz muy potente, uno de hojiblanca y otro hecho de cuatro variedades. Buen comienzo. El surtido de panes completo, los que probamos muy bien.
Como aperitivos una espuma de Campari con zumo naranja buena pero una espuma más y una sopa de cebolla con huevo de codorniz pochado, manzana ácida y queso. La sopa muy ligera, finas tiras de manzana le daban un contraste excepcional.
Para empezar me decidí por una coca de full con manzana caramelizada, foie y pequeña ensalada. Un plato excelente; la manzana finamente extendida encima de la coca y las láminas de foie arriba. Qué contraste tan bien logrado, qué ligera la coca. Empecé muy bien.
También probé unos huevos fritos de nuestro corral con panceta y patatas (se podían si se quería acompañar de trufa negra). Yo no sé si eran de su corral o no pero son los mejores huevos que he tomado en mucho tiempo. Una ensalada de contrastes también estupenda: verde, foie, pasas, frutas, panceta etc. todo bien cortado, un conjunto muy logrado.
Hace varios años que no pisaba Can Jubany y lo recordaba como un buen restaurante. Pero después de esta cena puedo afirmar que es un gran restaurante. Más allá de su merecida estrella Michelin todo respira lo que ha de ser un restaurante de altura. Los jardines cuidados, la masía con su piedra y sus cuidados interiores, un servicio de sala impecable…tan solo las bajoplatos no me gustaron (opinión totalmente subjetiva).
Nos trajeron mientras esperábamos un salchichón de la comarca con un pan coca excelente, tomate y cuatro clases de aceite; dos de arbequina, uno de ellos Marques de Valdueza de Badajoz muy potente, uno de hojiblanca y otro hecho de cuatro variedades. Buen comienzo. El surtido de panes completo, los que probamos muy bien.
Como aperitivos una espuma de Campari con zumo naranja buena pero una espuma más y una sopa de cebolla con huevo de codorniz pochado, manzana ácida y queso. La sopa muy ligera, finas tiras de manzana le daban un contraste excepcional.
Para empezar me decidí por una coca de full con manzana caramelizada, foie y pequeña ensalada. Un plato excelente; la manzana finamente extendida encima de la coca y las láminas de foie arriba. Qué contraste tan bien logrado, qué ligera la coca. Empecé muy bien.
También probé unos huevos fritos de nuestro corral con panceta y patatas (se podían si se quería acompañar de trufa negra). Yo no sé si eran de su corral o no pero son los mejores huevos que he tomado en mucho tiempo. Una ensalada de contrastes también estupenda: verde, foie, pasas, frutas, panceta etc. todo bien cortado, un conjunto muy logrado.
Pero vayamos a la razón de la visita: la trufa en papillot con panceta de cuello y patatas del buffet. Primero juntan en papillot un gran trozo de trufa negra, otro de panceta y una patata; luego pasan la patata para convertirla en puré, cortan en lonchas la panceta y laminan la trufa y te lo sirven. Qué gran plato. Seguro que estará entre mis preferidos del 2.008. Delicado, fino, lleno de aromas.
Como postre pedí quesos. Me trajeron cuatro o cinco trozos en una tabla acompañados de membrillo, pasas etc. Esteban bien. Aquí si puedo hacer una crítica constructiva; en primer lugar no me preguntaron que quesos quería y en segundo no me dijeron que quesos me habían puesto. Lo sé, podía haberlo preguntado y no lo hice pero para que veáis el nivel del lugar este es el mayor fallo de toda la cena.
También probé unos fresones sobre crema, helado de nata y carquinyolis muy ricos.
Buena carta de vinos pero como sólo bebía yo me fui a una botella pequeña, solo tenían un penedes, tres riojas y tres riberas; un poco escaso? Me fui a un Albert i Noya ull de llebre 2.004, que fue un digno acompañamiento de la cena.
Salí encantado, no es barato (sobretodo por mi trufa en papillote, 65 euros) pero disfruté mucho. Una gran cena para un empezar el año. Luego estuvimos charlando con Nando, comentándole lo de la revista (no lo sabía); me pareció una gran persona.
6 comentarios:
Muy bueno! Cené allí hace unos meses y quedé encantada. Recuerdo un menú degustación a un prcio asequible. Aquella noche nos quedamos a dormir en el hotel cercano que no recuerdo el nombre que Nando dirige la cocina. Al día siguiente comimos allí de maravilla. El único fallo es que nos sirvieron trufa negra de la zona carente de aroma)que nada tiene que ver con la trufa de Alba, por lo demás un buen fin de semana porque el entorno es muy bonito
Estuve comiendo allí hará unos cinco años y fue estupendo. Casualmente tenía en cartera acudir de nuevo esta primavera.
Ya veo que merece una escapadita en forma de excursión. Cuando puede lo visitaré. Por tu post veo que merece mucho la pena.
EVA, me alegro que te gustase. En cuanto a la trufa negra y la blanca evidentemente son muy distintas; el aroma de la blanca es incomparable pero también los precios son totalmente distintos. No obstante cuando la negra es buena como lo era esta se consiguen preparaciones estupendas. La que tiene menos sabor, a mi entender, es la trufa de verano.
XAVI a mi me gustó mucho pero no vayas con demasiadas expectativas que luego ya sabes lo que pasa ;)
ENCANTADISIMO siempre han sido un lujo tus opiniones pero ahora se van a volver un lujo escaso..qué pena, un abrazo y gracias porque hemos aprendido mucho de tí.
Comí allí en diciembre. Me impresionó comida, servicio y la maravillosa carta de vinos que tiene. El precio en linea con los restaurantes de ese nivel. Un consejo...ir rápidos
A mi Can Jubany también me gustó y pude comer platos que tu comiste. Además, en unas sesiones Nando nos explicó el plato de la trufa y aunque no lo pudimos degustar, su pasión a la hora de contarlo me lo hizo imaginar.
Lo que quería decir: en nuestro país al tema de los quesos le quda mucho. Últimamente he podido ir aunos buenos y, cuando los había, generlamente se servían tipos ya fijados (nuestra cultura no da para tener una amplia selección y esperar a que se les estropeen) y tampoco te los explicaban. Cuando pedías, el camarero mostraba en general problemas para saber cuales eran.
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